En la receta que hoy compartimos con vosotros a través de nuestro blog, queremos mostraros una forma muy sencilla de sorprender a vuestros invitados con unos sabrosos y originales pinchos, a los que nos gusta referirnos como bocaditos crujientes de Queso de Mahón y Sobrasada de Menorca, una simple pero creativa propuesta que os invitamos a preparar en vuestros hogares y por supuesto, a modificar o añadir los ingredientes oportunos para personalizar a vuestro gusto nuestra receta de hoy, ¡para la que ya lo tenemos todo preparado!
Bocaditos crujientes de Queso de Mahón y Sobrasada de Menorca
Dificultad: Muy baja
Consejos iniciales:
- Hacer uso de auténticos productos de Menorca
- Emplear aceite de oliva y no de girasol a la hora de freír
- No añadir demasiada sal, debido al uso de un embutido que además freiremos
- Buscar el contraste a la hora de preparar los pinchos, haciendo uso de palillos de madera largos o brochetas
- Presentación de los pinchos en vertical, para evitar que se desmonten
Ingredientes para unos 10 pinchos
- Unos 200g. de Queso de Mahón-Menorca tierno, cortado en un solo pedazo de unos dos dedos de grueso
- Entre 6-8 cucharadas soperas de Sobrasada de Menorca
- 10 cortezas de cerdo de bolsa, en forma de canasto (evitar las pequeñas y las que estén totalmente cerradas)
- Pan rallado
- 1 huevo
- Sal y aceite
Elaboración y montaje de los pinchos
1º- Cortamos el pedazo grueso de Queso de Mahón en dados uniformes, definiendo el corte según el grosor del trozo hayamos conseguido.
2º-Separamos en dos platos hondos el pan rallado por un lado, y el huevo que batiremos en el otro.
3º-Rebozamos los tacos de queso primero en el huevo y a continuación, evitando el exceso de huevo, en el pan rallado, formando tan solo una fina capa de rebozado y reservamos.
4º-En una paella o sartén mediana con dos gotas de aceite bien caliente, freímos la sobrasada hasta que quede bien tostada, sin que llegue a quemarse y desmenuzando bien los pedazos gruesos en trozitos con la ayuda de una pala de madera.
5º-Retiramos la sobrasada y la reservamos en un plato, sobre un fondo de papel absorbente para retirar el exceso de aceite, pero eso sí, conservamos en la misma sartén el aceite rojizo de la sobrasada.
6º-Añadimos una cantidad abundante de aceite a la misma sartén donde hemos frito la sobrasada, y una vez esté bien caliente, sumergimos los dados de queso con la ayuda de una espumadera sin dejarlos más que el tiempo que tarde en dorarse el pan rallado del rebozado, reservando de igual manera una vez dorados en un plato, sobre un fondo de papel absorbente para retirar el exceso de
aceite.
7º-Montaje del pincho: Cogemos la brocheta de madera y clavamos en primer lugar la corteza con las esquinas hacia arriba, formando una especie de recipiente que cubriremos con los trocitos de sobrasada bien fritos y escurrido, evitando así que la corteza se empape de aceite y pierda su textura crujiente. Finalmente, clavaremos el taco de queso rebozado en la parte superior, dejando el conjunto a tan solo un dedo del extremo de la brocheta.
Consejos, sugerencias y algunos truquitos…
Una vez vayamos montando los pinchos, lo más adecuado es que vayamos presentando el resultado en vertical para evitar que caiga la sobrasada de la corteza, y para ello tenemos en casa varias formas de hacerlo sin la necesidad de disponer de una base de porexpan (o materiales similares).
Solo necesitaremos una jarra de cristal alargada y estrecha o bien, media naranja (con el corte hacia abajo) sobre una fuente o plato grande, en la que iremos clavando nuestros pinchos, dos soluciones que nos permitirán servir nuestros bocaditos crujientes de Queso de Mahón con Sobrasada con una presentación sencilla pero muy original.
Otra sugerencia para mejorar vuestra presentación, es la de otorgarle un toque rojizo a la brocheta de madera o palillo desde su mitad hasta la parte superior de esta, mezclando un poquito de pimentón con aceite en una tazita y ayudándonos con papel absorbente para darle ese toque personal a cada brocheta, evitando que gotee en exceso y sin cubrir demasiada superfície, que podría dar la errónea impresión de que nuestros bocados han quedado aceitosos.
A partir de aquí, os animamos a realizar cualquier cambio o aportación personal que queráis hacer para mejorar a vuestro gusto nuestra propuesta de hoy, añadiendo quizás un ligero toque de miel a la sobrasada o alguna otra idea que se os ocurra en vuestros hogares, donde cada uno personaliza sus platos de formas distintas, cada cual más creativa y oportuna.