La belleza de un entorno natural paradisíaco, el marcado carácter de una cultura única en el mediterráneo y los sabores que encierran las riquezas de nuestra gastronomía, bien se han merecido la fama y la buena reputación que precede el nombre de la isla de Menorca. Sin embargo, por mucho que se intente describir con palabras cuan privilegiado es nuestro paisaje, las playas y calas que albergan las costas menorquinas o el valor de nuestras tradiciones, el visitante siempre se sorprende al descubrir una isla mucho más apasionante de lo que pueda imaginarse.
Del mismo modo ocurre con los productos gastronómico tradicionales de Menorca, capaces de sorprender al visitante en un mundo de sabores y texturas nuevos de los se habla en incontables ocasiones, pero que solo pueden ser descritos al degustarse con el propio paladar y ser definidos por los sentidos de cada individuo. Encabezados por la producción del prestigioso Queso de Mahón-Menorca y embutidos tan conocidos como la Sobrasada o la Carn i Xua, existe en la isla un amplio abanico de productos que no debéis renunciar a probar por vosotros mismo, tales como el Camot de Menorca, uno de los embutidos más reconocidos y tradicionales de nuestra cultura gastronómica que hoy os descubrimos desde nuestro blog de Menorca Ponent.
El camot (o cuixot) es un embutido artesanal elaborado con las partes del cerdo que no se emplean para la producción de otros fiambres. Los despojos se cuecen y se trituran, se mezclan con sangre y son condimentados con una gran cantidad de especias tales como el fonoll (hinojo), el anís, la canela y la pimienta negra, aunque cada familia tiende a variar tanto los ingredientes como sus cantidades a fin de otorgarle unas particularidades propias a su producto. La pasta que se obtiene se embute en corteza de cerdo cosida con hilo cubierto de pimentón, evitando que el camot pueda llegar a estropearse. Una vez embutido, el resultado vuelve a cocerse para eliminar el exceso de grasa del producto final.
Aunque en apariencia pudiera llegar a compararse con la morcilla debido al color oscuro que ambos embutidos adquieren, la verdad es que el camot se aleja y mucho en cuanto a textura, sabor y en los intensos aromas que le otorgan las especias que la aderezan, en especial la canela. La suavidad del producto y su tierna textura hacen que en cada bocado se deshaga en la boca, desatando sabores y matices inherentes en un producto capaz de seducir los paladares más exigentes. Y no en menor consideración debe tenerse al botifarró negre, una variante elaborada con la misma pasta que el camot pero embutida en intestino delgado de cerdo, obteniéndose un producto más tierno que debe consumirse con mayor prontitud.
Lejos de los rasgos más representativos del paisaje, la cultura y los productos gastronómicos más populares de nuestra isla, durante vuestra estancia en Menorca os animamos a descubrir el que todavía se presta como un mundo desconocido para muchos y vivir una auténtica experiencia inolvidable, uno de los últimos paraísos del mediterráneo donde podréis saborear productos tan singulares como el Camot o el botifarró negre, así como otros muchos alimentos tradicionales que os seguimos descubriendo desde la asociación de comerciantes y hoteleros de las urbanizaciones de Cala Blanca, Santandria y Son Carrió.
Si te interesa adquirir el producto puedes buscarlo en alguno de nuestros comercios aquí, y si te apetece degustarlo en un restaurante aquí.