Otro de los privilegiados rincones del litoral menorquín que guarda una estrecha cercanía con las urbanizaciones de Cala Blanca, Santandria y Son Carrió, se encuentra en el tramo de costa que ocupa la hermosa playa de Santandria. Según la leyenda, el topónimo de tan idílico paraje nos remonta siglos atrás en la historia de nuestra isla, cuando un cristiano malherido que escapó de su cautividad bautizó en estas aguas a la hija de un capitán musulmán. Desde entonces, el lugar sería conocido por el nombre de Sancte Andrea, una playa de leyenda que atesora toda la magia de Menorca en sus blancas arenas y la pureza de sus aguas.
La playa de Santandria se encuentra ubicada en la costa oeste de la isla, a escasos 4 Km. al sur del núcleo urbano de Ciutadella de Menorca. Colindantes a la playa, se erigen las urbanizaciones de Cala Blanca, Santandria y Son Carrió, donde se ofrecen un amplio abanico de servicios, actividades de ocio y todo tipo de comodidades. Sin lugar a dudas, el lugar se presenta como un espacio tranquilo e idóneo para aquellas familias que viajen con niños u otros miembros que precisen de una especial atención, quedando a su disposición el uso de sillas anfibias y un cómodo acceso a playa. Así mismo, podrá optarse por los servicios de alquiler de tumbonas y sombrillas, la práctica de cursos y actividades de buceo en la zona o tomar algo en el chiringuito.
Catalogada como una de las playas urbanas de Menorca, dada la presencia de edificaciones junto al arenal, la playa de Santandria conserva todavía la belleza de un entorno natural único. El profundo entrante de mar que origina la cala, queda flanqueado por cantiles rocosos de baja altura, coronados por las edificaciones que se mezclan con la frondosa vegetación que guarda el paisaje. Las tranquilas aguas que bañan la playa, al abrigo de un entrante de mar de más de siete hectómetros de longitud, adoptan las características tonalidades turquesa de la costa sur de Menorca. Un talud de arena y de suave pendiente, permite adentrarse cómoda y paulatinamente en unas aguas de gran pureza, otra de las particularidades que hacen de esta una playa familiar.
El amplio arenal de la playa, de unos 110 metros de longitud por unos 25 de ancho, se caracteriza por el color blanco de sus finas arenas. No obstante, es posible que durante los meses estivales la playa registre un grado de ocupación más bien elevado, siendo entonces de obligada mención la pequeña playa de Sa Caleta. Situada junto a la bocana del mismo entrante de mar que origina la playa de Santandria, Sa Caleta se ofrece como una discreta alternativa debido a unas dimensiones más reducidas y un enclave más apartado. Con unas dimensiones de unos 60 metros de longitud por unos 15 metros de ancho, el pequeño arenal brinda un espacio extraordianrio para aquellos que deseen visitar el lugar, cuyas particularidades parecen acentuarse en esta recóndita playa menorquina.
De nuevo, dada la cercanía del lugar con la playa de Cala Blanca, es digno de mención el gran número de hallazgos arqueológicos del lugar, en los que todavía seguimos trabajando desde la asociación para poder abrir al público las espectaculares cuevas de Cala Blanca. Sin embargo, aquellos que deseen realizar una agradable excursión por la zona, les recomendamos la visita a la Torre des Castellar, erigida en la orilla norte de la bocana por los Británicos a principios del s. XIX.
Desde la asociación de hoteleros y comerciantes de las urbanizaciones de Cala Blanca, Santandria y Son Carrió, queremos acercaros a los lugares más sorprendentes y emblemáticos de nuestra isla, esperando poder compartir todos juntos momentos inolvidables en una isla mágica de antiguas leyendas.
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